EVA ORTIZ
Psicóloga, madre de tres hijos, uno de ellos especial. Eva Ortiz abre su poesía al mundo como una flor erótica que reclama libertad de olores, a partir del año de 1985 en
I
La vida te quita hasta la blusa
te lleva al cuarto oscuro y frío.
Tú bailas,
te mueves al ritmo
de tu tanque de oxígeno
en el fondo del cristal de la pecera.
II
Perdida esta la noche
en su maraña de estrellas.
El paso no intuye
la sombra de la huella.
La lágrima no fluye tan ligera
el tiempo transita
Sin disfraz para la cita.
Filósofa, escritora y pintora, empedernida amante de su soledad e independencia. Claudia Herodier es descendiente de una familia de artistas y ha desarrollado en un modesto silencio una de las obras poéticas más consistentes y prolíficas de la modernidad salvadoreña. De carácter fuerte y ermitaño desde muy joven, su elevada conciencia la llevó a vivir los fragores de la lucha social desde inicios de los años 70 cantando cuando cantaba en un grupo conformado por amigos, su hermano y su primo, cuyo nombre era Mahu Cutá y del cual queda escondida alguna cinta que grabó y editó el legendario Leonardo Heredia. Posteriormente cuando la guerra estalló y hasta finales del conflicto, realizó trabajo político para el FMLN. Sus opciones de vida la llevaron paulatinamente a un distanciamiento con su familia, el cual ha sobrellevado valientemente y en compañía de sus versos sus versos y el respeto de sus pares contemporáneos. Actualmente es editora de una revista cultural en una universidad privada en San Salvador y se dedica a tiempo completo a caminar por las calles, recogiendo imágenes, cosas que las demás personas tiran por las ventanas de sus casas o automóviles, lustrando y dando valor a las palabras, de las que nadie que el mundo prescinde.
DE PIE
Yo no me vendo, historia de mi mundo.
No soy mercader de mi especie.
Sé de antemano lo que va a suceder
y aquí estoy, de pie, esperando...
No sé quién inventó
que podía ser
aperitivo;
ni tampoco quién dispuso
sobre sus capacidades digestivas,
Lo cierto es que los meseros
iban y venían
con sus delantales y sus mantas blancas
con sus azafates
y platos y vasos y copas
y hielo tintineando,
mientras la viuda
sobaba una y otra vez
su traje negro
acariciando el muerto interior
que ya para entonces
era fiesta rebosante de vapores.
…Y aquel cuchicheo
para ordenar o pedir cuentas
y aquel chocar de cubiertos
en los platos…
y luego el ya me voy
¡qué bien estuvo todo! Por favor:
felicite al o los poetas de mi parte.
Licenciada en Letras, escritora y luchadora feminista, actualmente directora de
POEMA AL PASADO
I
He vuelto a recordar el pasado , nuestro pasado reciente
Rencoroso , tierno y apasionado.
Llueve , como las tardes que te espere y no llegaste
Llueve y quiero que la lluvia me moje, me abarque
Que con su humedad me cobije, me proteja de mis soledades, que sea mi cómplice, mí hermana.
Pero en realidad lo que quiero es que me traiga un poco del pasado,
pues quiero decirte con rencores y pasiones , tardíos, que sos ahora mi mejor compañía, la ilusión
y el deseo de sobrevivir en este mundo apasionantemente solo.
SOLA
Profundamente sola
No me falta nada, nadie.
El silencio es tan profundo,
Como mi necesidad de estar conmigo
Escucho mi voz
Mi respirar
Mi olor
Mis latidos.
Sola, la noche,
El frio
Escucho el palpitar del grillo y de mi corazón,
Respiro, no hay nadie, la nada es conmigo.
Solo yo profundamente conmigo.
¿Quién se ha robado el mes de abril?
Virginia Wolf ha llegado esta noche a mi ventana
Para recordarme que la soledad y el silencio son tan necesarias como el agua.
Quiero verme a mi misma,
mi cara,
mis pies,
mis manos,
mis senos,
toda ya en profundo sentimiento
Esta noche es un tributo a mi necesidad de ver mis ojos, de vivir lo aprendido, y contarles a los pájaros nocturnos que estoy viva, que sueño y vivo.
He descubierto mis descuidos,
He dejado abandonada las tristezas y las alegrías pasadas, los recuerdos , las nostalgias.
Ha pasado mucho tiempo, sin que sienta el placer de escribir estas líneas,
Sin que le haga un poema a esta casa, sin que inaugure el espacio para mis recuerdos, para guardar mis hazañas.
Esta noche solitaria y profunda ha venido a recordarme
Que esta aquí mi cuerpo, mi tiempo, que estoy aquí, tiernamente conmigo.Madre de cuatro hijos, hermana de muchas, hija, abuela e iniciadora de los encuentros de mujeres poetas, Silvia Elena Regalado es una madre natural de la poesía femenina en El Salvador. Licenciada y master en educación, ha forjado un magisterio cultural desde
CURRICULUM VITAE
Además de poeta,
media madre,
un rato por las noches
y los fines de semana
costurera diplomada
nutricionista empírica
médica autodidacta
artesana inspirada
un poco bibliotecaria
articulista inédita
algunos estudios
en letras y sociología,
habría que agregar :
hilvanadora de lunas
coleccionista de sueños
- con el respectivo costo
de lágrimas, risas
y desvelos -
es decir,
enamorada indómita
del milagro universo
del movimiento eterno
.... de la vida.
A Silvia Matus
Esa tristeza rozándote sin preguntarte
el gris inexplicable
como tormenta sobre tu esperanza.
La vida es el puñal y la herida
la generosidad de millones de plaquetas
conteniendo ríos de sangre.
La piel sana y nueva bajo la llaga.
Un sueño deshecho contra el pavimento...
Navaja esperando a la vuelta de la esquina.
La vida es ese beso desangrado en las paredes
y a veces su respuesta purulenta.
que nadie te vea hecha una luz por su frontera...
Pero la vida es también la luz y la frontera
el precipicio más allá
el cielo
lo visto y lo que nunca será visto ni oído ni tocado
La música del cosmos en nuestras vísceras.
Los peces y los cantos de las aguas.
El sol para tu casa.
La frondosidad del árbol de jocote
resquebrajando suelos y paredes.
El sí que sólo irrumpe y es y crece.
La vida es la alegría de respirar profundo
el olor del segundo que se escapa.
El amor en las calles
que canta sobre sangre y podredumbre.
El dolor la vida
el dolor que te punza
para volver a unirte los pedazos.
Es el dolor llamándote a tu centro
a tu sol de vos misma
a que seas así vida de la vida
el sí que sólo irrumpe y es y crece.
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